Queda exactamente una semana para el inicio, al menos programado, de la Copa América 2021. En el plazo de tiempo restante, aun no hay certeza total de que las diez selecciones vayan a presentarse al torneo continental. El escenario se ha ido derrumbando lentamente siendo la CONMEBOL, la única entidad que ha mostrado una perseverancia constante para que la Copa se juegue como sea.
El primer antecedente, fue la decisión de los gobiernos de Colombia en primer término y luego de Argentina, de no organizar el torneo, ya que tanto la situación social como sanitaria en ambos países no eran sostenibles como para recibir a las delegaciones de todo el subcontinente. A lo que se sumó la gestión de Jair Bolsonaro para que Brasil sea el anfitrión, siendo un país con 2 mil muertes diarias y más de 460 mil desde que llegó el Covid-19 a ese país.
Además de eso, la CONMEBOL comenzó a reducir medidas dentro de los protocolos normales de una Copa América, como el simple hecho de que todas las delegaciones permanezcan durante toda su participación en el país donde jugarán sus encuentros. Ahora, cada selección podrá volver a su burbuja sanitaria local y tener que presentarse el día anterior al cotejo por jugar.
Hasta ahora, Argentina y Bolivia han sido las dos selecciones que han confirmado su participación en la cita continental. Todo, porque el ente regulador sudamericano ya habría adelantado pagos a las confederaciones de los países participantes antes de que el campeonato haya comenzado. Sumado a los costosos contratos televisivos, la presión para la CONMEBOL por jugar el torneo tiene varias aristas económicas.
La mayoría de los equipos ya habrán respondido a la pregunta de si están dispuestos o no a jugar la Copa América en Brasil a partir del 13 de junio, luego de los partidos del martes 8, día en que se juegan todos los cotejos. Esta situación aun está en total incertidumbre a solo siete días de que supuestamente comience el torneo.
