La Copa Libertadores ha regresado. Boca Juniors recibió en La Bombonera a Atlético Mineiro en el marco de los octavos de final. En la visita, Eduardo Vargas inició desde el banco de suplentes.
El ‘Galo’ puso en los hombros de Nacho Fernández la capacidad para generar juego ofensivo. Muy activo, el ex River Plate se movió entre líneas a la espalda de los volantes de Boca Juniors para entrar en juego, girar con balón y generar ventajas para su equipo.
Con el pasar de los minutos el cuadro xeneize logró presionar mejor la salida rival y comenzó a llevar al Atlético Mineiro lentamente hacia su propia área. Sin embargo, careciendo de movilidad, varias acciones terminaron en disparos de media distancia sin intención.
La jugada polémica del primer tiempo estuvo precisamente en el área del cuadro brasileño. Tras una excelsa jugada individual de Marcelo Weigandt, provocando y ganando un duelo individual, el balón fue ganado por aire por Diego González. En doble instancia, logró batir con un cabezazo a Éverson. Sin embargo, posterior a una revisión en el VAR, el árbitro decidió anular el tanto por empujón de Norberto Briasco.
El partido bajó aún más en la segunda parte. El ritmo de juego fue más lento y más conservador. En Atlético Mineiro vio acción Eduardo Vargas a partir del minuto 67. El chileno se presentó movedizo y activo en busca del balón, pero el colectivo del ‘Galo’ no le aportó situaciones de ventaja ni apoyos cuando entró en juego. Incluso se ganó la tarjeta amarilla tras un manotazo a Weigandt.
Un pobrísimo empate sin goles entre Boca Juniors y Atlético Mineiro, que se definirá el próximo martes en Belo Horizonte.
