En las tres fechas que se disputarán a contar del próximo 2 de septiembre, las selecciones sudamericanas buscarán acercarse a los puestos de clasificación para el Mundial de Catar 2022. La Roja sentó un precedente en el pasado ciclo, cuando Martín Lasarte nominó al delantero de origen inglés Ben Brereton, el cual ya no será el único con esas condiciones.
Además, la nominación de Robbie Robinson desde la MLS ratificó la postura de Martín Lasarte de analizar otras opciones provenientes desde el extranjero. Ambos atacantes pasan por un gran momento en sus ligas, anotando para el Blackburn Rovers y el Inter Miami.
Aunque los dos casos no serán los únicos casos. Dos selecciones más se sumaron al fenómeno de buscar jugadores con orígenes indirectos, para buscar reforzarse en distinas zonas de la cancha. Tanto Perú como Bolivia tendrán en sus nominaciones a futbolistas que nacieron en otros países.
En el caso del elenco dirigido por Ricardo Gareca, Gianluca Lapadula ya jugó por la selección peruana y ha tenido un gran rendimiento en la escuadra del Rímac. Llamado en noviembre pasado, el atacante de origen italiano no pudo despegar sino hasta la pasada Copa América, donde incluso terminó como goleador del certamen. El jugador de 31 años de Benevento ahora es número fijo en el elenco albirrojo.
Ahora, está el antecedente de la selección boliviana. La Verde sumará dos elementos a sus ya dos jugadores nacionalizados. Carlos Lampe y Adrián Jusino. El primero, argentino nacionalizado boliviano y el segundo quien nació el país altiplánico, creció en Norteamérica e hizo toda su vida allí.
El acontecimiento más llamativo es la nominación de Marc Enoumba quien nació en Duala, Camerún. El defensor cumplió los cinco años de residencia e inmediantamente fue llamado por César Farías. Aunque no será el único, ya que el adiestrador venezolano también convocó a Erwin Sánchez, nacido en Portugal, y Jaime Cuéllar, delantero español de 19 años de padres bolivianos, y formado en la cantera del Barcelona.
