Pese a venir jugando con casi los mismos intérpretes la Universidad de Chile tuvo un rendimiento muy bajo en su visita al Estadio Cap de Talcahuano. La reacción de Esteban Valencia al hacer ingresar a jugadores jóvenes generó un revulsivo en el elenco universitario. Preocupante nivel de algunos jugadores experimentados y llamados a conducir al Romántico Viajero.
Joaquín Larrivey: Pese a que tuvo muy poco contacto con la pelota, cuando lo buscaron generalmente lo encontraron. Con el ingreso de los dos juveniles logró meterse en el juego y para variar salvó a la U con el gol anotado de penal. Quince goles para el Bati que es la figura indiscutible de la ofensiva azul.
José Gatica: Entró para reemplazar a Marcelo Cañete. Si bien no juega como conductor, se situó detrás del Joaco Larrivey y pudo desbordar dos veces por la banda derecha. Aportó con ganas y personalidad en un equipo que estaba perdido, sin opciones de armar juego colectivo. Un nombre para mantener presente la del delantero de 20 años.
Lucas Assadi: Si bien el jovencísimo jugador de 17 años ya había debutado profesionalmente, el día de hoy fue determinante en el resultado. Reemplazó a Mario Sandoval y ocupó la banda izquierda de manera muy prolija. Incluso los defensores de acereros fueron advertidos por su velocidad y el atacante complicó cada vez que picó pelotas al espacio e intentó desbordar. Sin duda que es una variante para analizar ante la poco profundidad de los tres volantes de armado de juego.
Como punto aparte, es importante destacar la mala actuación de los volantes universitarios. Tanto Mario Sandoval, Gonzalo Espinoza y Marcelo Cañete estuvieron más preocupados de la recuperación que del ataque frontal. Además, los laterales no tuvieron espacio para pasar por las bandas y tuvieron que trabajar defensivamente casi todo el partido.
