Colo Colo ha sido la noticia de la semana. 9 casos positivos de Covid-19 y, a la fecha, más de 100 personas en cuarentena. Primer equipo, cuerpo técnico, staff de utilería, prensa, Casa Alba, juveniles que enfrentaron a Audax Italiano. El ‘Cacique’ tiene a prácticamente la mayoría de las personas que integran un club deportivo en cuarentena.
No obstante, pese a que los albos solo tienen a 5 jugadores para afrontar un partido (3 de ellos menores de edad), sigue habiendo voces que aseguran que deben presentarse a jugar como sea. Básicamente porque cada uno vela por sus intereses. A varios equipos en la parte alta y parte baja de la tabla les conviene que Colo Colo juegue con lo que tenga, aunque no sea lo deportivamente justo.
Y sí, otros equipos debieron jugar con lo que tenían. San Marcos de Arica, Cobreloa, Deportes Santa Cruz. El mismo Colo Colo debió jugar ya dos partidos con lo que tenía: juveniles. Pero no porque se haya hecho, significa que está bien. O que es justo para los equipos implicados. Mucho menos cuando títulos o descensos pueden verse desvirtuados por dicha situación.
Pero hoy el caso en Colo Colo va más allá de tener que jugar con lo que hay. Porque ni siquiera “lo que hay” tienen. Los albos no tiene jugadores para afrontar un partido profesional a cinco fechas de definirse un título. ¿Dónde queda ahí la justicia deportiva que muchos pontifican? Hoy eso ya no existe, lo que existe son los intereses de por medio de cada club. Y de la ANFP.
El ente rector del fútbol chileno hoy quiere dar un golpe de autoridad. Demostrar que están en orden y que hacen las cosas bien, de acuerdo a las “reglas”. Pero Milad y compañía no tienen en cuenta el contexto para ello. Ni la presencia de la variante Delta ni el hecho de que los clubes puedan perder incluso a juveniles solo por obligar a que se jueguen los partidos.
Sí, el 7 de septiembre la ANFP advirtió de la variante Delta a los clubes. Pero por lo visto, ni la ANFP ni los clubes pensaron que las consecuencias serían tan catastróficas, al punto de dejar a un equipo sin jugadores para afrontar un partido.
Así como se pueden escribir las reglas en un contexto, se pueden adecuar cuando la situación cambia súbitamente. Ya sea Colo Colo o Tricolor de Paine, Universidad Católica o Renca. Esto va más allá del equipo en cuestión. Es apelar precisamente a la justicia deportiva de la que tanto se habla hoy en día. El campeonato no se puede desvirtuar por falta de flexibilidad y obligar a los equipos a jugar sea como sea. Incluso si eso pone en riesgo la salud de más personas. Las reglas no lo son todo cuando la “justicia deportiva” pasa efectivamente a un segundo plano.
