En el matinal “Mucho Gusto”, su conductor, José Antonio Neme, compartió una extensa reflexión sobre los resultados de las elecciones que se realizaron ayer, en donde Gabriel Boric resulto electo como presidente.
Tras hablar con varios transeúntes en el matinal de Mega, quienes dejaron saber sus sueños a corto plazo, el periodista dijo: “nada cambia si uno no parte soñando”.
“Y eso está absolutamente demostrado. Uno tiene que soñar a dónde quiere llegar y tomar decisiones en relación a esa esperanza que tiene”, continuó.
Además, Neme aclaró que “yo no quiero que sea un sueño, y se lo pregunté muchas veces a los candidatos, en la última oportunidad al señor Kast, respecto con qué consideraba un sueldo digno, y él me contesta y me dice ‘no, es que es difícil definir dignidad’. ‘No, yo se lo puedo definir’, le dije yo. Es súper simple, es súper nominal que yo trabaje jornada completa y con ese dinero pueda vivir del día 1 al día 30″.
“Ese es el punto, si la dignidad no tiene múltiples interpretaciones. Oye, no nos hagamos los hue… tontos, iba a decir otra palabra, pero la gente quiere pagar su vivienda, transportarse de forma digan y decente. No nos hagamos los lesos; poder ir al supermercado, pasar tiempo en familia y tener derecho como ciudadano a bienes necesarios”, agregó.
Aliviado, expresó: “Te juro que el corazón se me descomprime, y no es que estoy haciendo una definición política, pero hemos tenidos dos años de mierda. Perdón que se lo diga”.
“Poníamos el micrófono afuera y la gente pedía cosas, se lamentaba por otra. Hoy día, mira. Mira este nivel de diálogo ciudadano que estamos sosteniendo, con la gente opinando, ‘esto me gustaría’, ‘esto no me gustaría’, ‘esto quiero cambiar’, ‘esto no quiero cambiar’. Bueno, eso es un país donde se puede vivir”, explicó.
Sobre la figura de Boric, según detalla La Cuarta, el animador precisó que “estamos hablando de un hombre de 35 años, que viene de región extrema, hay un cambio de paradigma. No sé cómo le va a ir, pero es un cambio de código de poder. ¿Alguien se hubiera imaginado hace 10 años que un hombre de 35 años llegaría a la presidencia con ese ánimo, sacándose una selfie? Es un cambio de tono”.
