Alexis Sánchez vivió complejas semanas en Italia. El Niño Maravilla regresó de sus vacaciones y se reincorporó al Inter de Milán sabiendo que no era considerado por el técnico Simone Inzaghi. El bicampeón de la Copa América con La Roja, se entrenó a tope con la certeza de que dejaría el cuadro Neroazzurro.
Sin embargo, la partida del goleador histórico de la selección chilena se hizo tardar. Y es que a pesar de recibir varias ofertas de diversos clubes, Sánchez no las aceptó a la espera de una que lo complaciera a cabalidad. Todos pensaban que Alexis terminaría fichando por el Sevilla de España o el Benfica de Portugal y terminó sorprendiendo a todos.
Luego de unas extendidas negociaciones con la directiva del cuadro Interista, finalmente logró rescindir su contrato. El delantero nacional llegó a un acuerdo con el equipo de la Serie A y se convirtió en un jugador libre. Es por ello, que ahora el Niño Maravilla negocia a pleno con el que será su nuevo equipo.
Se trata del Olympique de Marsella, club que fue dirigido por Jorge Sampaoli hasta hace unos meses. Sánchez llegaría al gigante francés con la motivación de disputar la UEFA Champions League y y recibir un millonario sueldo que rondaría los 3 millones de dólares. Sin embargo, no todos están felices con el arribo del ariete. Y es que el reconocido medio L’Équipe, criticó con duros términos el fichaje del futbolista de La Roja.
“¿Se puede considerar un refuerzo?”, titularon.
En primera línea, indican que “si aún no ha entrado en la categoría de veteranos, el “Niño Maravilla” o niño prodigio tiene sin duda la cima de su carrera a sus espaldas. Digamos que tuvo sus mejores años, al menos desde el punto de vista estadístico, entre 2010 y 2017, cuando pasó del Udinese al Arsenal, pasando por el Barcelona”.
Por otro lado, añaden que “con el tiempo, el diestro también ha visto evolucionar su juego, de un extremo que se pega a la línea pura a un rol más reenfocado, pero igual de móvil. ¿Sería capaz de moverse más por el lateral en el 3-4-2-1 de Igor Tudor? La pregunta es válida”.
Seguido, aseguraron que “otra cuestión: su estado físico. En los últimos años, el ex-Gunner ha sido víctima de lesiones recurrentes, muchas veces musculares. Algo para enfriar, necesariamente, dadas sus exigencias salariales”.
Finalmente, indicaron que “ahora parece más cómodo cuando se asocia a un segundo delantero central. Pero su potencia y vivacidad parecen estar a la altura de la intensidad exigida por el nuevo técnico del Marsella”.
