El mundo del fútbol no queda ajeno al conflicto Rusia-Ucrania. Poco menos de 24 horas han pasado desde que la situación en Europa del Este comenzó a escalar de manera bélica, luego de que el líder ruso Vladimir Putin declarase una “incursión militar” en Ucrania. Bombardeos y enfrentamientos entre tropas rusas y soldados ucranianos han paralizado el orbe en las últimas horas. Las consecuencias de este conflicto ya se empiezan a vislumbrar en distintas actividades.
El conflicto Rusia-Ucrania ya comienza a dejar consecuencias en el fútbol del viejo continente. La primera y más inmediata fue la suspensión de la liga ucraniana por tiempo indefinido. En ese contexto, jugadores brasileños del Shakhtar Donetsk y el Dynamo Kiev solicitaron a su país ayuda para dejar Ucrania en medio de los enfrentamientos contra Rusia. Los jugadores de ambos equipos están hospedados junto a sus familias en el mismo hotel en Kiev, a la espera de la ayuda.
Consecuencias internacionales
Pero no solo en el fútbol ucraniano se han vislumbrado consecuencias del conflicto Rusia-Ucrania en las últimas horas. La UEFA tomó cartas en el asunto y citó a una reunión extraordinaria del Comité Ejecutiv para este viernes y así definir qué pasará con la final de la Champions League. El partido decisivo del máximo torneo europeo se disputaría en San Petersburgo, Rusia. No obstante, diversas fuentes ya comentan que la decisión de cambiar la sede sería anunciada tras la reunión de los dirigentes.
Además, la Federación de fútbol de Polonia solicito a la FIFA aclarar qué ocurrirá con el partido del repechaje mundialista que tendrán ante Rusia, el próximo 24 de marzo. En otros aspectos, desde Inglaterra aseguran que, luego de iniciarse el conflicto Rusia-Ucrania, en Gran Bretaña le abrían prohibido la entrada a Román Abramovich, dueño del Chelsea. Esto sería porque Abramovich es apuntado como uno de los facilitadores clave del régimen de Putin.
El Schalke 04 es otro que vive consecuencias del conflicto. El elenco alemán decidió expulsar de su Consejo Directivo al representante de Gazprom, una de las principales empresas rusas y que era sponsor del club. A medida que la situación avance, las consecuencias aumentarán. Recordemos que el Betis de Manuel Pellegrini debe jugar un partido clave por la Europa League en terreno ruso.
