La Roja arrancó un nuevo proceso con varios problemas. Eduardo Berizzo tuvo su estreno como entrenador de la selección chilena en la gira asiática, que contempló partidos ante Corea del Sur, Túnez y Ghana. Las tres caídas en los tres duelos, sin marcar un solo gol, fueron solo parte de los inconvenientes que surgieron durante el viaje. Casos de Covid-19 entre los jugadores y lesiones, terminaron limitando las opciones del “Toto”, quién había arrancado sin armar la nómina.
A pesar de este contexto, varios nombres secundarios y nuevos rostros tuvieron su opción en La Roja. Aunque tuvieron la oportunidad de mostrarse como alternativas para el nuevo proceso ante rivales mundialistas, no cumplieron a la exigencia. Uno de los principales apuntados es Pablo Galdames. El mediocampista del Genoa tuvo dos titularidades y no logró marcar diferencias como el encargado de organizar el juego ofensivo. Además en el retroceso defensivo no sumó y quedó en duda su real aporte al nuevo proceso. Aunque en zona de volantes, Gary Medel también estuvo entre los puntos más bajos. Desacostumbrado a la posición, se le vio lento en la transición defensiva y no ofreció soluciones con balón.
Pocas variantes en ataque
Uno de los principales problemas de La Roja es de cara al gol. Ben Brereton tuvo una gira para el olvido, fallando varios mano a mano e incluso su penal en la definición del tercer lugar de la Copa Kirin ante Ghana. Pero sus acompañantes tampoco mostraron mucho más. Joaquín Montecinos, llamado a ser una de las principales alternativas nuevas, no marcó diferencias en los duelos individuales. Diego Valencia no logró mostrarse como opción ofensiva habiendo jugado por todo el frente de ataque en esta gira, e incluso falló un penal ante Túnez. Finalmente, Ronnie Fernández se vio limitado ante defensas con un nivel de exigencia mayor. La gira por Asia dejó poco y nada para sacar en limpio.
