El amargo empate que tuvo la Universidad de Chile ante Ñublense reveló una dependencia de algunos jugadores titulares que tiene el equipo. En un escenario de incertidumbre general en el plantel azul, hay algunos nombres que parecen imprescindibles y ya se comenzaría a trabajar en su renovación.
El alto número de jugadores que finalizan su contrato en diciembre, tiene un entuerto institucional y deportivo que debería resolverse con la llegada de Luis Roggiero. El gran problema es que el nuevo gerente deportivo de la U llega en el mismo mes de diciembre, lo que complica las negociaciones tanto con los propios miembros del primer equipo como con los posibles refuerzos.
En ese escenario, habrían al menos dos negociaciones que la dirigencia universitaria estaría trabajando para asegurar la permanencia de dos pilares del equipo dirigido por Esteban Valencia. Se tratan de Joaquín Larrivey y Ramón Arias. Ambos elementos vitales en la ofensiva y defensiva del Romántico Viajero.
En el caso del defensor uruguayo, la situación estaría más complicada. El zaguero de 29 años retomó su nivel y ya está en la vitrina de equipos argentinos y de su propio país. La edad del jugador es ideal para retomar el hilo que dejó pendiente, por ejemplo en San Lorenzo de Almagro. Equipos grandes del continente ven en Cachila un gran potencial.
Respecto al ‘Bati’, si bien sus 36 años reducen su mercado objetivo, los números del delantero durante los últimos años han sido superlativos. Ya no es extraño hablar de la Larridependencia que tiene el Romántico Viajero, incluso con el hecho de que sin los goles del argentino el cuadro bullanguero estaría en los últimos lugares del Campeonato Nacional.
La prioridad entonces será ofrecer a ambos futbolistas una extensión de contrato que satisfaga las necesidades de ambas y vayan en línea con la transición institucional que vive el club.