Invicto, con el goleador del torneo, con una de las defensas menos batidas y líder del torneo. Así esta la Universidad de Chile desde la llegada de Esteban Valencia al mando del primer equipo azul. Luego de un peregrinar de técnicos, el ‘Huevo’ fue quien le trajo vida a la U e ilusiona a la fanaticada con el regreso a un viejo sitial del Romántico Viajero.
Y es que los números ratifican por sí mismo el buen momento azul. Con 9 partidos jugados, 6 victorias y 3 empates, lo que da un 78% de rendimiento de Esteban Valencia al mando del buque universitario. El equipo anotó 16 goles y recibió 7, incluyendo las llaves de la Copa Chile.
El tremendo momento de Joaquín Larrivey, quien marcó en los últimos 8 encuentros del elenco bullanguero, además de la incorporación de jóvenes jugadores canteranos que se han consolidado en la titularidad. Marcelo Morales y Franco Lobos, se han vuelto fundamentales en el equipo estelar, a base de personalidad y el espacio que el entrenador les ha dado.
Luego del errático proceso de Rafael Dudamel, que incluyó la traumática salida de Walter Montillo, El Huevo calmó las aguas de un equipo sin ritmo futbolístico, con carencia de gol y con un camarín atribulado por la falta de certezas futbolísticas. El propio Marcelo Morales señaló que los entrenamientos ahora son “alegres y dinámicos”.
Naturalmente que la transición no iba a ser inmediata. En un comienzo, costó que el equipo saliera de la letanía que vivió con Dudamel en el banco y la eliminación de Copa Chile fue un golpe que incomodó el desarrollo natural del proceso. Sin embargo, en el Campeonato Nacional, el plantel comenzó a afirmarse de atrás hacia adelante.
La principal modificación táctica, fue el cambiar un tradicional 4-3-3 a consolidar un mediocampo con más recuperación y buen pie. El equipo se ve más corto y en la pelota parada se hace fuerte fecha a fecha. A pesar del nivel mostrado en la goleada ante los rancagüinos, pareciera que esta U aun tiene mucho más por dar y mejorar.
