El mes de septiembre ya comenzó y junto con eso el período de traspasos en el fútbol chileno. Pese a que varios equipos ya anunciaron salidas y llegadas desde sus planteles, en la Universidad de Chile parecería que no habrá mucho movimiento de jugadores. Con eso en mente, Esteban Valencia tendrá que arreglárselas con lo que tiene.
Y es que la situación deportiva es de incertidumbre total. El arribo de Luis Roggiero para después de Fiestas Patrias tiene congelada varias acciones que el club debe realizar en la segunda parte del año. Las renovaciones son la principal preocupación de los hinchas, donde aun no se dan señales claras de la continuidad de futbolistas como Joaquín Larrivey, Ramón Arias y Gonzalo Espinoza, entre otros.
Por lo mismo, pensar en incorporar nuevos elementos está bastante lejano a la realidad. La U fue de los pocos equipos que presentaron balances negativos durante los últimos años y la reestructuración institucional incluyó presupuestos más acotados tanto para el fútbol masculino, el femenino y el formativo.
Es por esto que Esteban Valencia deberá apelar a su creatividad y mantener una línea de trabajo con la actual conformación del plantel. El Huevo, quien fuera entrenador de las series menores, usará su experiencia con los más jóvenes y potenciará a dos canteranos del equipo que han aportado en los minutos que han jugado en el presente torneo.
Lucas Assadi y José Gatica ya cuentan con toda la confianza del estratega universitario y se hicieron notar en el agónico empate ante Huachipato. Ambos atacantes fueron un revulsivo para el equipo y fueron responsables en el gol marcado por los azules. Además, la presencia de Marcelo Morales y Cristóbal Campos, confirman que las mayores alternativas han surgido desde las propias divisiones inferiores.
A esos nombres también se le pueden sumar otros futbolistas que aun no debutan profesionalmente. Darío Osorio y Jeison Fuentealba, son otras opciones que Valencia analiza para darles su oportunidad de defender la camiseta del Romántico Viajero.
