Un verdadero dolor de cabeza ha sufrido Universidad de Chile en los últimos días. Un escenario que se arrastran desde hace varias fechas y tuvieron como momento más álgido la dura goleada ante Colo Colo en el estadio Monumental.
Tras cartón, los universitarios dieron rápidamente vuelta la página y se enfocaron en su partido frente a Unión Española, por la sexta fecha del Campeonato Nacional.
Sin embargo, el colmo de los Azules llegó en el momento menos esperado. El Romántico Viajero no disponía de un estadio para recibir en condición de local a los hispanos.
En primera instancia, los dirigidos por el entrenador Santiago Escobar jugarían en el estadio CAP Acero de Talcahuano, pero una decisión de último minuto frustró los planes laicos.
Tras la negativa, Universidad de Chile hizo las gestiones para jugar en el estadio Lucio Fariña de Quillota, el que finalmente iba a recibir el duelo entre la ‘U’ y los de Independencia. No obstante, la llegada del nuevo delegado presidencial, José Orrego Ramírez, decidió no autorizar el recinto deportivo debido a la escasa presencia de contingente policial.
“Motivos de fuerza mayor”
El artículo número 23 de las bases del Campeonato Nacional indica: “La obligación de tener a disposición el estadio respectivo para la realización de un partido será responsabilidad exclusiva del equipo que actuare como local”, donde la sanción es un 3-0 en contra del anfitrión.
A pesar de aquello, Universidad de Chile zafar de toda esta situación, ya que existe un motivo denominado de “fuerza mayor”. La razón tiene que ver directamente con la decisión tomada por el nuevo ente gubernamental, panorama ajeno a las manos del club, lo que salvaría a la ‘U’ de este conflicto.
Ahora, el Romántico Viajero solo espera la reprogramación del partido ante Unión Española por parte de la ANFP.
